Murtas se encuentra asentada en la falda de su célebre Cerrajón, uno de los atractivos turísticos más destacables del municipio. Con sus 1.508 metros de altitud, éste es el pico más elevado de la Contraviesa y, por ello, uno de los mejores lugares de observación de toda la comarca. En él se puede observar desde las cumbres de Sierra Nevada hasta la costa del Mediterráneo.
En el Cerrajón hay dos cuevas: La Gotera, en la parte superior de la cara norte, y La Vieja, en la cara sur, cerca de la Fuente de Inotes, que abastece al municipio de agua potable. También a espaldas de la Venta del Chaleco existe otra cueva, en el Cerro del Minchal.
Los murteños conservan una gran afición por los trovos, una tradición musical muy extendida en la Alpujarra. Los trovos son quintillas –estrofas de cinco versos, normalmente octosílabos– que se cantan con el acompañamiento musical de instrumentos de cuerda. Sus características primordiales son letras mordaces y sarcasticas y, sobre todo, la improvisación y la rapidez de las respuestas de unos trovadores a otros, lo que los alpujarreños llaman el arte de repentizar, del que organizan festivales y competiciones.